En los últimos años, varias industrias han reconocido cada vez más la importancia de la seguridad contra incendios.Los materiales ignífugos se han convertido en un componente crucial para garantizar la seguridad de edificios, muebles y otros productos.Sin embargo, los retardantes de llama tradicionales a menudo contienen sustancias químicas dañinas.
A medida que la seguridad del consumidor y la sustentabilidad ambiental se vuelven temas cada vez más importantes, las empresas deben encontrar formas de cumplir con los requisitos normativos y al mismo tiempo producir materiales de empaque efectivos.Una solución es el uso de retardantes de llama no halógenos, que brindan seguridad y protección.
A medida que los consumidores se vuelven más conscientes del medio ambiente, la demanda de muebles y muebles ecológicos va en aumento.Sin embargo, las normas de seguridad exigen que estos artículos sean resistentes a las llamas, lo que a menudo implica el uso de productos químicos nocivos llamados retardantes de llama halógenos.En respuesta a este problema